Online
Bajo este arquetipo, las empresas tienen una orientación a la clientela final y ofrecen sus productos y servicios a través de una venta online (B2C), y redes propias de comercialización y distribución. Son empresas que han integrado a la clientela dentro de su cadena de suministro, a través de las tecnologías de información y comunicación, lo que les permite adecuar la oferta a lo largo de las distintas actividades que desarrollan, además de ofrecer productos y servicios a través de venta electrónica. Estas empresas tienen el reto de generar valor en los distintos puntos de contacto con la clientela a lo largo de todo el ciclo de vida del producto o servicio. Su capacidad de interacción “electrónica” con la clientela a lo largo de toda la cadena de valor y ciclo de vida de los productos y servicios, les proporciona un conocimiento de la clientela que les permite mejorar sus ofertas y desarrollar nuevas propuestas.
Ejemplos
Lixone es una empresa del sector de cosmética e higiene personal, que desarrolla, fabrica y comercializa a través de una tienda electrónica, productos cosméticos basados en extractos naturales. Compagina la venta de productos de marca propia, con la fabricación a terceros, gracias a su experiencia en el sector. Cuenta con un portal de venta a través del cual la clientela puede adquirir directamente sus productos, y realizar consultas específicas.
Factores de éxitos
- Productos orientados a las personas consumidoras finales
- Desarrollo de plataformas de venta online
- Canales de distribución
Retos
- Gestión de la cadena de valor y de la cadena de suministro
- Escalado
- Ampliación del mercado
- Ciberseguridad
Patrones relacionados
Distribución
Bajo este arquetipo, las empresas proveen de productos y servicios a su clientela a través de distintos puntos de venta y distribución, tanto de gestión propia o a través de terceros (agentes, franquicias, etc.). En algunos casos, la empresa traslada su propuesta de valor físicamente al entorno establecido por la clientela. Estos puntos, geográficamente distribuidos, permiten a las empresas interactuar con la clientela en todas las etapas del proceso de compra (asesoramiento, venta, financiación, postventa, etc.).
Integradora
Bajo este arquetipo, las empresas gestionan la mayor parte de las actividades de la cadena de valor. Así, controlan los recursos y capacidades requeridos en el proceso de creación de valor que pueden ir desde el aprovisionamiento de insumos, hasta la recuperación del producto al final de su vida útil.
Focalizadas
Bajo este arquetipo, las empresas se centran en las competencias básicas de la cadena de valor. Los demás segmentos de la cadena de valor se subcontratan y se coordinan activamente. Esto permite a la empresa reducir costes y beneficiarse de las economías de escala de las empresas proveedoras. Además, la concentración en las competencias básicas puede aumentar su rendimiento.
Venta cruzada
Bajo este arquetipo, las empresas complementan su oferta principal con servicios o productos adicionales, haciendo que la clientela compre tanto los productos o servicios que estaban buscando como los productos/servicios complementarios, disfrutando de una experiencia mejor y/o obteniendo una solución de mayor valor añadido.
Venta de experiencias
Bajo este arquetipo, las empresas desarrollan una propuesta cuyo valor no reside tanto en un producto o servicio, sino en la experiencia asociada que se ofrece a la clientela. La empresa crea entornos cuidadosamente diseñados para atraer a la clientela.
Freemium
Bajo este arquetipo, las empresas ofertan de forma gratuita un producto o servicio con la esperanza de convencer a la clientela de que paguen por versiones “premium” de productos o servicios. La oferta gratuita realizada busca atraer al mayor volumen posible de clientela hacia la empresa, a sus productos y servicios, a la vez que generar conocimiento sobre las necesidades de la clientela.